
Las protestas en Los Ángeles han aumentado en intensidad durante los últimos días. Las manifestaciones comenzaron tras varias redadas migratorias que provocaron indignación en la comunidad. Ahora, la presencia de fuerzas policiales y tropas federales ha generado enfrentamientos y tensión en diferentes zonas de la ciudad.
La policía declara protesta ilegal
El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) declaró como “asamblea ilegal” una protesta frente al Centro de Detención Metropolitano. Esto permitió a los agentes utilizar municiones “menos letales” para dispersar a los manifestantes.
En imágenes difundidas en redes sociales, se observa a oficiales empujando y golpeando a participantes, además del uso de gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para controlar la situación.
Guardia Nacional en las calles
El estado de California confirmó el despliegue de 300 miembros de la Guardia Nacional en tres zonas clave de Los Ángeles. Esta medida se tomó después de que el presidente Donald Trump firmara un memorando para movilizar a 2.000 efectivos federales.
Lo más polémico es que esta orden se emitió sin el consentimiento del estado, algo que no ocurría desde 1965. El objetivo declarado: proteger edificios federales y a su personal.
Redadas migratorias provocan indignación
Las protestas en Los Ángeles comenzaron el viernes, luego de que agentes federales detuvieran a decenas de personas en diferentes puntos de la ciudad. En los días siguientes, los enfrentamientos entre manifestantes y autoridades se intensificaron.
La comunidad denuncia un uso excesivo de la fuerza y exige el cese de las redadas.
Trump y Newsom, en desacuerdo
El presidente Donald Trump y el gobernador Gavin Newsom hablaron por teléfono durante 40 minutos el viernes. Newsom expresó su preocupación por la intervención federal en el estado. Trump, por su parte, argumentó que actuó porque, según él, las autoridades locales no pudieron controlar la situación. No presentó pruebas que respalden esa afirmación.
Un momento crítico para la ciudad
Las protestas en Los Ángeles reflejan un conflicto mayor entre el gobierno federal y las autoridades estatales. La tensión sigue creciendo y la atención pública está centrada en cómo evolucionará esta crisis en los próximos días.
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