A solo un día de que vencieran los recursos del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), dos jueces federales intervinieron.
Ordenaron a la administración del presidente Donald Trump usar los fondos de contingencia para continuar la ayuda alimentaria.
El fallo busca evitar que millones de familias pierdan acceso a los beneficios durante el cierre de gobierno.
La orden del juez McConnell
El juez John McConnell, de Rhode Island, ordenó al Departamento de Agricultura (USDA) distribuir el dinero pendiente del programa.
Pidió que los fondos lleguen a los beneficiarios lo antes posible, garantizando los pagos del 1 de noviembre.
“El cierre del gobierno no elimina el SNAP. Solo suspende su financiación”, explicó el magistrado.
McConnell señaló que los 6,000 millones de dólares de contingencia son fondos aprobados por ley.
Aseguró que su uso es esencial para mantener el funcionamiento del programa.
Riesgo de daños a las familias
El juez advirtió que detener los pagos sería un error grave.
Según su fallo, la suspensión de los fondos del SNAP podría causar daños irreparables a millones de personas.
“Muchas familias viven con miedo e incertidumbre por no saber si podrán comprar alimentos”, añadió McConnell.
Más de 42 millones de estadounidenses dependen del programa para cubrir necesidades básicas.
Segundo fallo desde Boston
La jueza Indira Talwani, en Boston, también emitió una orden similar.
Exigió al gobierno que explique antes del lunes cómo usará los fondos de contingencia para mantener el SNAP activo.
“El USDA tiene la obligación legal de usar la reserva de contingencia cuando sea necesario”, escribió Talwani.
“También puede recurrir a otros fondos previamente asignados”, añadió.
Ambos jueces coincidieron en que la administración tiene margen para actuar y evitar una crisis alimentaria.
Un cierre con impacto nacional
El cierre de gobierno ha afectado varios programas federales.
Sin embargo, el caso del SNAP genera especial preocupación por su alcance.
Aunque el gobierno puede recurrir a la Sección 32, que usa ingresos aduaneros, los jueces recordaron que su aplicación depende de la voluntad política.
El fondo de contingencia actual es de 6,000 millones de dólares, pero el programa necesita 9,000 millones al mes.
Esto significa que el dinero disponible no es suficiente para sostenerlo a largo plazo.
Un fallo con fuerte mensaje
Las decisiones judiciales enviaron un mensaje claro al gobierno federal.
Los jueces afirmaron que los fondos del programa SNAP deben mantenerse activos, incluso durante el cierre.
Su objetivo es proteger a las familias más vulnerables y garantizar el acceso a alimentos básicos.
“La alimentación no puede depender de los debates políticos”, concluyó McConnell.

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