La compra de AES por BlackRock ha generado preocupación entre los defensores del consumidor en Indiana.
El temor principal es que esta operación provoque un nuevo aumento en las tarifas eléctricas, en un momento en que AES Indiana ya busca la aprobación de un incremento promedio de 21 dólares mensuales.
Preocupación por el impacto en los precios
“BlackRock busca ganar la mayor cantidad de dinero posible a costa de nosotros”, afirmó Ben Inskeep, de la organización Citizens Action Coalition.
“El problema es que pueden sacar ese dinero de nuestros bolsillos aprovechando su poder en el mercado”.
Según el Financial Times, BlackRock, el mayor administrador de activos del mundo, está cerca de adquirir AES, la empresa que provee electricidad a Indianápolis y áreas vecinas.
La firma ha comprado varias compañías de servicios públicos recientemente, incluyendo Minnesota Power, una operación aprobada por los reguladores de ese estado.
Riesgos de monopolio por la compra de AES por BlackRock
Inskeep advirtió que la compra de AES por BlackRock podría concentrar demasiado poder en una sola entidad.
“Nuestra principal preocupación es que una sola empresa termine controlando gran parte de la infraestructura energética”, explicó.
“Cuando eso ocurre, los precios tienden a subir y los consumidores terminan perdiendo”.
El especialista también señaló que los monopolios reducen la competencia y dificultan la regulación.
Por ello, pidió que se analicen con cuidado las implicaciones de esta adquisición.
Relación con el auge de la inteligencia artificial
Expertos en energía creen que el interés de BlackRock se debe al crecimiento de la inteligencia artificial.
Los centros de datos, que están surgiendo en todo el país, requieren grandes cantidades de electricidad.
“Cuando tanto capital se concentra en el desarrollo tecnológico, los consumidores suelen ser los últimos en ser escuchados”, explicó Gerry Hays, profesor de finanzas en la Universidad de Indiana.
“Esto puede tener repercusiones económicas directas para las familias”.
Consecuencias posibles para los hogares
Hays agregó que el objetivo de BlackRock es obtener ganancias, sin importar el método.
La Comisión Reguladora de Servicios Públicos de Indiana (IURC) debe aprobar los aumentos de tarifas, pero eso no garantiza que los consumidores estén protegidos.
Si la comisión niega un incremento, la empresa podría buscar alternativas.
“Si no consiguen los aumentos que desean, podrían recortar empleos o reducir servicios”, señaló Hays.
“Buscarán la forma de mantener sus márgenes de ganancia”.
Falta de control estatal sobre las fusiones
Según Hays, el objetivo final de BlackRock sería proveer energía a los centros de datos, dentro o fuera de Indiana.
“Es inquietante que una sola empresa tenga tanto control sobre un recurso esencial”, advirtió.
“Esto afecta directamente a las familias y su capacidad de pagar los servicios básicos”.
Aunque la IURC puede autorizar aumentos tarifarios, la legislatura estatal no le ha otorgado poder para aprobar o bloquear fusiones.
Por eso, la Citizens Action Coalition pide que los legisladores le den esa autoridad.
Hasta el momento, ni BlackRock ni AES han comentado sobre la posible transacción.
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