
El gobierno de Donald Trump incautó más de US$ 700 millones en activos vinculados a Maduro y su entorno. Según las autoridades, estos bienes provienen de actividades de corrupción y lavado de dinero que afectan directamente a Venezuela.
Activos congelados en varios países
De acuerdo con el Departamento de Justicia, los activos se encontraban en cuentas bancarias y propiedades ubicadas en Estados Unidos, Europa y América Latina. Las investigaciones indican que parte del dinero se movió mediante empresas ficticias y testaferros.
Entre los bienes se incluyen lujosos apartamentos, yates y vehículos de alta gama, adquiridos con fondos públicos venezolanos desviados.
Conexión con casos de corrupción
La incautación se enmarca en procesos judiciales contra empresarios y exfuncionarios cercanos a Maduro. Las pruebas incluyen registros financieros, transferencias internacionales y testimonios de testigos protegidos.
“Nuestro objetivo es devolver estos recursos al pueblo de Venezuela y castigar a quienes se han beneficiado de la corrupción”, afirmó un portavoz del Departamento de Justicia.
Cooperación internacional
La operación contó con la colaboración de autoridades en España, Portugal y Suiza. Estos países aportaron datos bancarios y de propiedades que ayudaron a rastrear el dinero y confirmar su origen ilícito.
La cooperación internacional fue clave para identificar y asegurar los activos vinculados a Maduro.
Próximos pasos en el caso
Los bienes permanecerán bajo custodia judicial mientras avanza el juicio. Si se confirma su origen ilegal, podrían ser subastados y los fondos destinados a programas de ayuda humanitaria para Venezuela.
El Departamento de Justicia señaló que seguirá investigando redes financieras asociadas al gobierno de Maduro, con el objetivo de frenar el flujo de dinero ilícito.
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