
Cada 10 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Prevención del Suicidio. La fecha busca crear conciencia y reducir el estigma. La iniciativa fue impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP).
Un problema que impacta al mundo
El suicidio es una de las principales causas de muerte. No distingue edad, cultura ni situación social. Cada vida perdida deja dolor en familias, amigos y comunidades. El silencio en torno al tema es una de las mayores barreras para la prevención.
Romper el silencio salva vidas
Quienes piensan en el suicidio buscan escapar de un dolor intenso. Ese dolor puede superarse con apoyo y ayuda profesional. La prevención del suicidio comienza con empatía, escucha y acompañamiento.
Señales de alerta
- Verbales: hablar de querer morir, sentirse una carga o no encontrar sentido a la vida.
- Conductuales: aislamiento, cambios de humor, despedidas, regalar objetos o buscar formas de hacerse daño.
- Emocionales: desesperanza, ansiedad o irritabilidad.
Cómo ayudar
- Pregunta con cuidado. Hablar del tema no provoca la idea, muestra preocupación.
- Escucha sin juzgar. Decir “Estoy aquí para ti” puede ser vital.
- Motiva a buscar ayuda. Contactar a un profesional o una línea de apoyo es clave.
- Mantén el contacto. Un mensaje o llamada recuerdan que la persona no está sola.
El 10 de septiembre, Día Mundial de la Prevención del Suicidio, es un recordatorio. Hablar del tema, ofrecer apoyo y acompañar puede salvar vidas. Juntos podemos construir esperanza.
Comparte: